Cada embarazo es diferente, por lo tanto es difícil saber por adelantado cuándo y si se van a notar cambios a nivel del cuerpo, concretamente dos semanas después de la concepción. Los síntomas precoces del embarazo, como unos senos sensibles, cansancio y náuseas, pueden fácilmente ser confundidos con el signo de que en breve van a comenzar las reglas.
¿Qué signo de embarazo se nota primero?
Es posible que se sienta un hormigueo o una sensación de picor en el pecho, y concretamente alrededor de los pezones. Esto es debido a las hormonas del embarazo que aumentan el flujo sanguíneo a nivel de esta parte del cuerpo. Puede ser uno de los signos precoces del embarazo.
Cuando se empiezan a notar los primeros síntomas del embarazo, los senos se vuelven más sensibles. También es posible que la mujer se sienta menos a gusto llevando el sujetador de costumbre y se sufran con mayor facilidad ciertas irritaciones. No obstante, los senos tienen tendencia a volverse dolorosos habitualmente hacia la cuarta semana después de la concepción del bebé.
Cambios en la vagina
Otro signo precoz del embarazo es el cambio de color de la vulva y de la vagina. Esto se puede observar a partir de la cuarta semana del embarazo, incluso antes de que se sea consciente de padecer otro tipo de signos.
Habitualmente, la vulva y la vagina son de color rosa, pero a medida que el embarazo progresa, se tornan de un color más oscuro, tirando hacia el rojo o el violeta. Esto es debido al aumento del flujo sanguíneo en los tejidos durante este periodo.
Si el ciclo menstrual es frecuente y regular, también destaca cualquier secreción vaginal inhabitual al comienzo de este embarazo. Es corriente que estas secreciones sean más importantes durante el embarazo. No obstante, no suelen tener ninguna consecuencia y no son diferentes de las que se han podido ver antes de estar embarazada. Conviene evitar las duchas vaginales, porque podrían irritar la piel y perturbar el equilibrio bacteriano natural.
El embarazo puede igualmente provocar micosis. Si esto no representa ningún peligro para el bebé, será necesario un tratamiento. Si las secreciones vaginales evolucionan en apariencia y en color, conviene consultar al médico o al ginecólogo.